Artista:

Ernesto García Peña

Ernesto García Peña

1949

Artista cubano de la plástica. Ha obtenido numerosos reconocimientos, entre ellos la Mención de Honor de Pintura, del Salón de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba

Se trata de un pintor que se expresa mediante una versión cromática en armonía con los temas desarrollados con su obra; el registro del paisaje por los signos de “tierra adentro”, y por una inclinación natural a la fantasía y el hedonismo, la búsqueda en el diseño de las sensaciones puras y en cierto acuerdo con los proyectos de la afirmación de la memoria.

Quien conoció los primeros momentos de la poética visual suya, sabe que entonces se definieron constantes de su modo de crear, que han resultado permanentes: El disfrute de la realización de líneas y masas sobre el plano, los tropismos devenidos en formas, el recurso de la transparencia, a veces, con elementos de abstracción en aras de la sugerencia.

Poeta cuyo gráfico se acerca al espíritu del Art Nouveau, García Peña ocupa un ángulo peculiar de la generación de artistas que hizo suya la épica del entorno vivido, que él interiorizó y transformó luego, mediante operaciones traslaticias de la imaginación en un sistema de metáforas apropiadas para asumir igualmente el tema intimista.

De manera personal, sus caballos de los años setenta abandonaron el combate que simbolizaban para adquirir un sentido próximo a lo que estos tenían en Chagall, los expresionistas del “Jinete Azul” o en el Cubanismo de Carlos Enríquez. No esta errado tampoco quien vea en este camino del pintar un suceso creador similar al de la poesía.

Con esta trama de certeza y símbolo que ofrece, con sus frutas tentadoras y floraciones de fuego, con sus desnudos femeninos que no han perdido las coordenadas de la danza, y con lo que en él es maridaje de fuerza y ternura, Ernesto ha conseguido armar convenciones que lo han instalado en terreno propio. En su obra no hay otra tendencia que no sea aquella que nace como canto interior y recuerdos traducidos mediante la peripecia del pulso.

Pintar es en este artista una fiesta, hasta los dolores se embellecen en sus visiones.

Por ello la posibilidad de comunicación que tienen sus pinturas y dibujos con gentes distintas, y por eso, asimismo esa propiedad, inherente a sus realizaciones de influir estéticamente sobre el ambiente donde se las sitúa.