
OBRA
Brigitte de Regla
AUTOR
AÑO
2020
TÉCNICA
Acrílico
DIMENSIONES
110 x 110 cm
DESCRIPCIÓN:
Brigitte.
Nacida en el municipio de Regla en un invierno de finales de los 70’s, Brigitte supo desde siempre que no era en la capital cubana donde viviría el resto de su vida. A sus padres, un matrimonio de aguerridos militares, los enviaron a cumplir misión a Santiago de Cuba y allí transcurrió su adolescencia y buena parte de su juventud.
Se cuenta que en los veranos, cuando Fidel y Raúl Castro pasaban sus
vacaciones en "La ciudad héroe", la niña acompañaba a su padre,
capitán de un yate de recreo y navegaba en el mismísimo bote donde los hermanos salían a pescar.
Allí la niña jugaba y entretenía a los hijos y sobrinos del presidente, y hasta adivinaba cuantos peces capturarían en las interminables jornadas pesqueras de los altos jerarcas de la Revolución.
Un día la niña vio al Comandante en Jefe comiendo una langosta acabada de pescar, se le acercó, le pidió que se cuidara el estómago y le advirtió sobre la enfermedad que le causaría su muerte. Ese mismo día el padre perdió su condición de marino y nunca más pudo volvió a ejercer como militar.
La pequeña Brigitte, desde muy temprano, predijo varios eventos sociales que acontecieron en Cuba durante los años decisivos de la Revolución cubana:
El Mariel, La guerra de Angola, el Período Especial o el fusilamiento del general Ochoa.
Todo esto llegó a los oídos de Raúl de boca de su guardaespaldas y el
General de Ejercito, picado por la curiosidad, la visitó un fin de año en su habitual viaje a las fiestas "decembrinas" en la ciudad de Santiago de Cuba, "Heroica hoy, revolucionaria siempre".
Raúl se consultó con Brigitte, ella le tiró sus cartas revelándole que su esposa Vilma ya estaba enferma y que no había mucho que hacer, moriría dos años más tarde.
Raúl, incrédulo, se fue de la casa de la joven de muy mal humor.
Brigitte, quien trabajaba con educadora de Círculos Infantiles perdió su empleo y decidió salir al Parque Céspedes a tirar la suerte a voluntad de quienes ella consultaba.
Años más tarde, tras la muerte de Vilma, Raúl regresó para pedirle que le contara la suerte de la Revolución cubana en los próximos años.
Brigitte consultó sus cartas y "el ahorcado" confirmó que la Revolución ya había muerto, la Torre, que ahora faltaba que ellos se dieran cuenta y suscitaran cambios importantes.
Predijo, ante la aparición de El Carro, que como él no haría demasiados cambios, la
palabra revolución quedaría solo como "una etapa de un mal entendido
histórico" y no como esa gesta que ellos deseaban que trascendiera en la Historia.
Raúl preguntó cuándo moriría su hermano y ella le contó que moriría el 25 de noviembre del 2016, y que lo enterrarían, justamente, en esa misma ciudad .
Durante los días de luto nacional por la muerte de su hermano, Raúl visitó nuevamente a Brigitte para preguntarle sobre su propio destino.
Nadie sabe lo que allí se habló, pero la adivina desapareció para siempre y, aunque sus padres, amigos y conocidas le han buscado por toda la isla, la exótica y amable cartomántica no ha vuelto a aparecer por las calles de su amada Santiago de Cuba.