OBRA
Ruby Comodoro
AUTOR
AÑO
2020
TÉCNICA
Acrílico
DIMENSIONES
110 x 110 cm
DESCRIPCIÓN:

Rubí
Agatha Rubí Esmeralda Chala, nació un 6 de diciembre, el mismo día que Elián, el niño balsero que causó un conflicto diplomático por su custodia, entre Cuba y USA en el año 2000.
Rubí como paso a ser conocida cuando llegó a La Habana, nació en 1993 en Moa, el pueblo donde se extrae el níquel y que es una de las fuentes principales de ingresos de la minería cubana.
Su papá, Jorge Chala, empleado de la Empresa de Níquel "Comandante Che Guevara", abandonó la familia como consecuencia de el romance (consentido por su esposa) que mantenía con una navarra, con el propósito de conseguir una carta de invitación para visitar y quedarse en España.
La idea original era que una vez instalado y empleado por Carmen “la de San Fermín”, esposa e hija viajarían a Madrid, donde se produciría el reagrupamiento familiar.
De hecho el primer dinero que consiguió Jorge sirvió para que Rubí y su mamá Mariela, se trasladaran a La Habana, poco después compraran una barbacoa en Marianao (así dicen en Cuba, a los altillos de un solo cuarto) y se armaran de paciencia, para esperar los boletos de avión que les permitirán aterrizar en España.
Con su nuevo status Jorge creía que en dos años podría reclamar la presencia de su verdadera familia en Madrid, pero Mariela que llevó todo el proceso con mucho sufrimiento y rencor, enfermo de vesícula y murió en una desgraciada intervención quirúrgica en el Hospital Hermanos Almejeiras.
Rubí que acababa de cumplir 15 años, se negó a regresar con sus abuelos a Punta Gorda. Como huérfana, su única tutela fue Josefa , una vecina que regentaba una bodega en los bajos del edificio de su cuarto.
La “oriental” no pasaba desapercibida en La Habana y pronto inició una vida nocturna que la llevo a “florecer” por las esquinas de Quinta Avenida. Su primer encuentro con la policía, acabó en Valle Grande (centro de detención de prostitutas) pero antes de ser fichada y probablemente llevada de regreso a Moa, consiguió la protección de un “combatiente” (funcionario de prisiones) que la sacó del ofició en la calle.
La experiencia le sirvió para ponerle un precio innegociable a su belleza y acabar con la fantasía de que su padre la iba a reclamar y menos cuando se entero que de la relación con Carmen habían nacido jimaguas (gemelos).
El “combatiente” era consciente de que el management de Rubí no iba a ser fácil, porque los “artistas” como los peloteros siempre quieren jugar en las grandes ligas.
Una noche con un empresario de San Sebastián que estaba de visita en una misión comercial del gobierno vasco, la invitaron a cenar en el restaurante "Zagarzazu" y allí a pesar de su condición de dama de compañía, retó con la mirada a un joven sentado en un mesa cercana que resulto ser miembro de ETA y con el que comenzó una ardiente y clandestina (solo para el empresario) relación.
La presencia de ETA en la isla, fue una cuestión de estado, y le costo a Fidel que Cuba entrará en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Sus militantes llevaban una vida casi clandestina, completamente monitorizados por la Policía Nacional Revolucionaria y tenían un área de acción y relaciones muy reducida.
Sin embargo “noviazgos” de este tipo (Rubí era todavía menor de edad) permitían al régimen cubano, tener a mano la excusa perfecta para una orden de expulsión cuando el momento político lo requiríera.
Mikel se presentó a Rubí como natural de Oviedo y justificó su presencia en la isla como ingeniero de una empresa de telefonía asturiana.
En cualquier caso el amor a quemarropa, no es proclive a largas conversaciones, ni a responder preguntas comprometidas y menos en el caso de un profesional de la la lucha armada como era el etarra.
Sus noches de pasión tenían como banda sonora a Silvio Rodríguez y Pedro Luis Ferrer, el mundo al revés teniendo en cuenta que Rubí era fanática de Orishas, Calle 13 y Gente de Zona.
En paralelo y sin aparente contradicción, pues todo quedaba entre vascos, Rubí consiguió que JuanMari, su empresario de Donosti, rendido como estaba a su exótica belleza, acelerara los tramites para constituir una empresa mixta, cerrar contratos de esos que el régimen socialista paga a 360 días sin garantía, e importar material plástico y tuberías para la conducción de agua potable.
Una vez inscrito en la Cámara de Comercio Española en Cuba, JuanMari alquiló una villa en Siboney y dio de alta como inquilina y empleada a Rubí con un sueldo de 100cuc y una remesa mensual de 3000 euros.
Jugando en las grandes ligas puede suceder que antes de cumplir 18 años pases de una barbacoa en Mariano a ser vecina del Punto Cero (residencia oficial de la familia Castro en La Habana).
La lucha de clases tiene su propia dialéctica y Rubí se convirtió en el paradigma de la antítesis hegeliana: la negación de la negación.
Lo afirmativo en este caso fue que de la “flor nocturna” a la que cantaba Silvio, salió una semilla que brotó en Madrid, gracias a una boda en la embajada de España que JuanMari (viudo desde hacia diez años) arregló.
Mikel que ya no era útil para ningún trueque político, fue “invitado” a abandonar la Isla, gracias también a la actitud menos permisiva de Raúl Castro con la colonia de ETA que desde el primer contingente llegado de Panana en 1986, hasta los repatriados de Nicaragua en 1990 (con Argala al frente), habían disfrutado en Cuba de un exilio dorado.
El 3 de febrero de 2016, un día antes de que Elián desfilara ante la tumba del Comandante Fidel Castro, Rubí subía a un avión de Air Europa, aterrizaba en Madrid, y se instalaba en un luminoso apartamento de la Glorieta de Quevedo.
Gracias a algunas amistades de su época de La Maison, El Gato Tuerto y la Macumba, enseguida y con la asignación de su nuevo marido, del que Rubí no conseguía salir embarazada, empezó a frecuentar la farándula cubana de Madrid que tenia a "La Negra Tomasa", como obligado punto de encuentro.
Como dicen en la tierra de su madrastra “los Sanfermines, en Pamplona”, JuanMari no se atrevió nunca a pasear con su nueva esposa por el Boulevard donostiarra, su relación se mantuvo dos años, con visitas cada vez mas espaciadas, tiempo suficiente para que Rubí comprendiera que en el capitalismo, la rumba no es como ayer.
JuanMari la ayudo a poner en marcha un negocio de estética cerca de la plaza Villa de Madrid, contrato a unas colombianas que hacían uñas de fantasía, y el vasco una vez al trimestre se ocupa de la contabilidad y los impuestos.
Por ahora su vida transcurre sin grandes sobresaltos, curada como esta desde el día en el que viendo el Noticiario, una periodista anunciaba la detención de Mikel Irastorza, no era su Mikel, pero si era de ETA de quien hablaban y de su largo historial de atentados y asesinatos.
Cuando comprendió que las siglas no eran precisamente las de la Empresa Telefónica de Asturias, el miedo a ser repatriada la mantuvo encerrada en casa cerca de un mes.
Desde entonces se hace llamar Agatha, las ultimas Navidades las paso en Pamplona, con Jorge su papá , su madrasta, y los gemelos.
No les quiso anunciar que su pareja es una profesora catalana que da clases en IESE la escuela de negocios del Opus, pero si les llevo un regalo especial, un cofre con todos los éxitos de Silvio Rodríguez incluida una versión remasterizada de “Flores nocturnas”.